viernes, 25 de febrero de 2011

Por la cola .. todo es posible !!




Con mucha envidia he tratado en vano de hacer el amor por la cola, es que por razones fisiológicas soy extremadamente "apretada" y lejos de sentir placer, he sentido dolor.-
Después de mucho tiempo, leí un comentario de un sexsólogo español refierindose a las relaciones anales y de esta clase de impedimento, si bien sus comentarios fueron sensillos y la supuesta solución más simple aún, escribí un mail a fin de ratificar sus comentarios y con absoluta sorpresa comparto con ustedes ese razonamiento y el éxito de mi experiencia.-

Dicho profesional aduce que el ano, es un músculo que como tal se contrae y se expande.-
De hecho está preparado para expandirse cuando recibe las señales del esfinter ante su necesaria descarga, sin embargo también podrá dilatarse o expandirse cuando reciba estímulos exteriores.-

De hecho hay músculos más perezosos o menos receptivos ante estos estímulos, es entonces que me aconsejó el acostumbramiento y la rutina de introducir en el ano pequeños objetos previamente lubricados de formas suaves y cilíndicas, comenzando con díametros que no superen lo 15 mm. e incluso de características vibratorias con el afán de ir acostumbrando a ese músculo a una dilatación espontánea.-

Y así fue, busqué asesoramiento en un sex-shop y me ofrecieron varios artículos que coincidian con mis necesidades, aunque la llamada "bala de plata" me pareció la más adecuada.-
Rápidamente conseguí mis resultados e incluso, lejos de experimentar dolor, comencé a sentir plena satisfacción a tal punto de conseguir hermosos y distintos orgasmos.-
De hecho después de un par de semanas, noté mi cola mucho más distendida en forma natural, y paulatinamente fui aumentando el díámetro de mis artículos, siempre tomando todos los recaudos de lubricación e higiene hasta que comenzé a experimentar una plena y verdadera satisfacción.-
El reeencuentro con mi pareja y la sorpresa de mi nueva experiencia dio a nuestra relación una plenitud insospechada, lejos quedaron esos tiempos de dolor, cambiándolos por una perfecta armonía en tal sentido.-

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